Uno escribe

Sigo pensando como yo pienso. En un idioma críptico que requiere un razonamiento imposible para ser entendido. Simplemente carece de sentido. A veces uno sólo escupe palabras y no tiene mucho más que hacer, seguir respirando, seguir parado, erguido, como si estuviera orinando de pie, como cuando uno ha bebido demasiada cerveza y ha pasado un rato.
De una u otra manera sí es como orinar. Uno se va bebiendo las ideas que le vienen durante todo el día. Algunas efímeras, otras un tanto insistentes, otras sofocantes y que te alteran. Son esas hijas de puta de las que hay que cuidarse.
Y así. Nada más. Uno escribe algunas palabras cuando uno es escritor, pero también (tal vez casi siempre) cuando uno no lo es.
Esto es a lo que se le conoce habitualmente como chaqueta mental.
Externalizada.
Como decía, uno escribe. Y ya.