sábado, 27 de noviembre de 2010

Espejo roto

El hombre es un ser que ve poco de sí mismo. Pasa la vida tratando de conocerse y sueña a veces con verse desde fuera, de poseer la clase de certeza que viene con el razonamiento de una idea simple y poco humana.

Creo que esa certeza matemática es imposible, como desprenderse de uno mismo y observarse por algunas horas, tal vez dormido, escuchar los propios ronquidos, verse uno enojado o llorando, borracho, enamorado, triste, solo, caminando, hablando.

Es tan rara esta certeza que la voz propia siempre se escucha rara en una grabación. Nos cuesta trabajo reconocernos desde fuera. Esa objetividad nos aísla de nosotros mismos.

Solemos morir sin saber quiénes somos. Es cierto, nos vemos y nos reconocemos en el espejo, pero sólo vemos el reflejo de nosotros mismos, y en ese sentido sólo llegamos a conocernos por deducción.

Siempre ajenos a nuestra propia imagen. Condenados. Ni siquiera sabemos al principio si somos atractivos o repulsivos, eso lo entendemos mucho después, cuando aprendemos cosas sobre el otro género, más nunca lo deducimos por nosotros mismos.


jueves, 2 de septiembre de 2010

¿Quién es aquí el traidor?

Autor: Luis Muñoz Oliveira
Ver original en Campus (Milenio)

Imaginen a un muchacho recién entrado en la veintena, que apenas sabe leer y usar las matemáticas para contar el cambio de los refrescos que se compra en la esquina. Un muchacho que, como muchos, se expresa mal con la palabra y peor con la pluma. Imaginen que le explica a su jefecita, una vez más, que él trató de terminar la secundaria y de buscar un trabajo digno, pero que ya se le terminó la paciencia de tomar trabajos de a “cincuenta varos”, ocho horas, nueve, ustedes dirán, que igual no le alcanza para nada, “no queda de otra, jefecita”.

Claro que le gustaría ser médico, sociólogo, dueño de una fábrica de muebles, “la neta, la neta, con que me alcanzara para que estuviéramos todos tranquilos. Pero no tengo ni pa’ los chescos. Y quién me ayuda: ¿tú, mi jefecita? Nel, ni tú ni nadie”.

Así que tomó el camino del narco. No trafica, esas son palabras mayores; él vende unas dosis, las que le piden los cuates, los clientes del barrio. Digamos que es distribuidor o, como dicen los que le declararon la guerra, narcomenudista.

Su madre, que lo intuye, no puede hacer nada, no le alcanza el coraje y tampoco para el gasto. Por eso se hace de la vista gorda y trata de sobrellevar —comiendo de las galletas que compra con el dinero que él le da cada semana— el corazón partido, las lágrimas, el miedo de irlo a reconocer al Semefo uno de estos días. Y es que su hijo es enemigo del Estado, uno más de los soldados de las huestes de los capos. Y en ese lenguaje, además, es un traidor a la patria en pleno año del Bicentenario.
Un traidor, pero el changarrito da de comer y abre la esperanza. En fin señores, señoras: todo espacio es pequeño para describir cómo ha de sentirse ese muchacho que quiso salir adelante y sólo vio rumbo por el camino de la discordia.

Hace 200 años comenzó la lucha por darnos leyes, eso es la libertad. Darnos leyes que establecieran que todos los mexicanos somos iguales. El independentista era un proyecto libertario, humanista, el camino para fundar una sociedad menos desigual, sin diferencias de casta. Cayeron muchos en la sangrienta historia de nuestra tierra. Y, sin embargo, hoy que le debemos rendir cuentas a nuestra historia, por así decir, nos topamos con que el país sigue plenamente dividido entre aquellos que quieren imponer su visión del mundo y quienes luchamos por una sociedad que reconozca, acepte y defienda sus diferencias. Y en medio de la pugna, las diferencias sociales se ensanchan, crece el número de pobres y la educación que, como sabemos, es fuente de justicia, posibilidad de movilidad,  se pudre en manos de viejas costumbres. Y el sistema educativo no sólo publica millones de libros de texto con faltas de ortografía, sino que además colabora —digamos que por omisión— con el deterioro de la salud de los niños y permite que tengan a su alcance los productos de grandes empresas que presionan a las secretarías de Salud y de Educación sin pudor.

La industria petrolera, cuyos recursos podrían usarse para mejorar la educación y la investigación científica y en humanidades, se derrumba en manos de hampones también de viejas costumbres.
Y podemos seguir: los ríos están contaminados, los hoteleros destruyen los manglares y los taladores, los bosques; la Ciudad de México, ahogada una tercera parte del año bajo fuertes lluvias, se queda sin agua. El campo se seca y deja de ser productivo, crece la xenofobia, la economía sigue estancada y, sobre todas las cosas, la violencia nos agobia, nos encierra, nos atemoriza.

En medio de esta debacle, sin embargo, en lugar de detenerse a revisar el camino, el gobierno federal prepara una gran fiesta con bailes, fuegos de artificio y un tema musical que merece una mención especial: desnuda por completo la idea de celebración que tienen en la cabeza, el Bicentenario como mundial, como producto. No necesitamos un tema oficial y menos de ese calibre: “shalala, el futuro es milenario”. ¿Por qué? si en realidad se nos cae a pedazos. No necesitamos la mayor fiesta del mundo: tapar con ostentación la pobreza es el recurso de siempre, ya lo decía Vasconcelos en el Ulises criollo, grandes monumentos y pocas escuelas. Mucho shalalala y pocas oportunidades; sí, el futuro es milenario, pero no el de tu generación.

Después de estas pocas palabras, si imaginamos de nuevo al muchacho narcomenudista —deberíamos comenzar a pensar en una amnistía para los de abajo— y lo comparamos con aquellos de las celebraciones onerosas, las corruptelas, la permisividad,  vale preguntarnos: ¿quién es aquí el traidor?

¿Él? Yo creo que no.

lunes, 2 de agosto de 2010

Sin título (porque se lo robaron)

Esta es la historia de un escritor que sólo escribía cuando estaba triste.

Callado durante muchos años, ahora, con una profunda herida en el orgullo de ser mexicano, pensaba como si una tercera persona, que la vida no era justa con él... lo era acaso con alguien?

La verdad es que de mi vida no me puedo quejar. Tengo una gran chica, un buen trabajo, unos amigos de poca su madre, vaya, hasta me llevo bien con mis papás!

Puedo aceptar que soy muchas cosas: neurótico, borracho, mariguano, loco, degenerado y otros hobbies más. Vaya, creo que soy como Bukowski más o menos. Tengo un ego de la chingada. No soy perfecto, casi (en serio), pero no perfecto!

¿Qué más puedo decir? Vivo en el Distrito Federal. Lo odio con el corazón: me han asaltado dos veces, me robaron un carro y hoy me clonaron mi tarjeta. ¿¿CÓMO MIERDAS SE PUEDE VIVIR ASÍ??

Del smog y el Ebrard y el tráfico, son lo de pinche menos!

SALAVER!!!!! YO YA MEJOOOOOOOORRRRRRRRRRRRRR!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

(Venta de garage próximamente)

P.D. Esto no tenía mucho que ver con lo del escritor, pero me relajó escribirlo :-)


miércoles, 21 de julio de 2010

Nuevos servicios de la Presidencia

Se renta presidente pocoshuevos para fiestas infantiles. Posibles actividades: payaso, actuación, actos de magia y desaparición, poderes sobrehumanos de valemadrismo y una inamobilidad fuera de este mundo.

Informes en cementerios, desempleados y capos del narco.


Gracias Felipillo por no hacer nada cuando más se te necesita... la iglesia viola niños, pero tú eres cómplice de los asesinos.

Felicidades a Paty Duarte, porque esa sí es mexicana y no chingaderas. 


domingo, 27 de junio de 2010

Entre el Peje, Pesucristo y Javier Aguirre

Hay algo que deseo fuertemente. No es cosa nueva y vaya que necesaria. La gente se apasiona con el futbol y siento que en el fondo, y a veces no tan en el fondo, especialmente las mayorías (sin internet, en condiciones de pobreza y marginación económica y sociocultural) sienten que cuando pierde la selección de futbol el país está peor.

Irónicamente tienen razón en cierta parte. La selección está mal, y el país está mal, pero para nuestra fortuna no es una situación de desempeño de un grupúsculo de naquitos en shorts, sino el reflejo que se deja ver con cierta claridad.

Eso que deseo fuertemente, más que México gane el mundial, más que la iglesia caiga en el desuso, más que los políticos sean hones... deseo aún más fuerte que logremos ver objetivamente lo que somos.

De ahí sólo puede seguir una autocrítica y tentativamente una ola masiva de suicidios, la cual sinceramente me tiene sin cuidado.

El futbol sólo es eso, y no puede ser más.

Por supuesto, no me gusta el futbol. Ni siquiera vi perder a México contra Argentina. Pero lo que sí voy a ver son las cabezas cabisbajas de la próxima semana, y ahí sí, lo mismo jodidos que ricos.

En un país que cree en vírgenes que dan luz, que continúa creyendo en el voto, que cree que se va a sacar la lotería, lo único que nos queda es fe.

A todos aquellos que saben lo que es la fe, muchas felicidades. Aquellos que creen en diosito, la selección y el PRD, mi más sentido pésame, ante la muerte de su esperanza, pero sobre todo, de su raciocinio.

¿Y si le hubiera ganado a Argentina? Es más, ¿si México ganara el Mundial?... pues ya lo dijo el Tri.

lunes, 3 de mayo de 2010

Roma, Turín y Milán...

Tomé algunas fotos que creo son algo más que fotos viles de turista... al menos le eché ganitas. Sí tomé fotos de turista, muchas, pero hay algunas como estas que sí las tiré con el afán de echar foto independientemente de echar la turisteada.

Turista con Lightroom, sí, pero creo algunas tienen buena técnica y composición. Es bonito cuando ves, y te sabes viendo, como un voyerista oculto tras un lente que nos refleja de una u otra forma.

Como siempre creo que el principal reflejo es soledad. Pero poco a poco empecé a fotografiar gente y debo reconocer que me agradó de sobremanera.


Aviones y esperas...

Tengo algo de sueño. Con esto del regreso se me ha afectado algo el sueño, y no me refiero al después sino al antes. Como que me creaba algo de dificultad al dormir. Tal vez era extrañar mi cama, que es un excelente recinto para dormir y otras actividades recreativas.

Dormir recrea, y también reconstruye. En cuanto me senté en el asiento del avión quedé perdidamente dormido. Sólo desperté ligeramente cuando el avión despegaba, pero después de eso, creo sólo unos 30 min., en un vuelo de 2 horas. Suelo no dormir tanto, pero en realidad había dormido poco antes, así que caí rendido.

He descubierto que efectivamente me gusta viajar, y Europa es bonita. Definitivamente es mucho mejor venir como turista, porque en cuanto una ciudad te harta puedes simplemente huir a un destino más divertido.

Ayer pensaba antes de dormirme que quiero volver a ir a Praga, y hacer las mismas cosas que hice esa vez. Praga fue increíble, y me divertí como niño. Las mujeres son hermosas, y eso cuenta mucho también.
Milán me ha parecido ordinaria. Una ciudad de negocios más, como el DF un poco (huele parecido, pero en limpio). Tiene ese buqué de escape de coche. Por supuesto que tiene sus encantos, pero no son los más. Vaya, mi referencia de ciudad europea es otra. Esta es una ciudad de negocios, y además, y esto cuenta mucho, la conocí en un plan de trabajo y tuve una rutina y un horario de oficina, pero sin la libertad de dormir en casa, estar con mis amigos, estar en casa.

Lo que sí se llevó las palmas fue la comida. Creo que subí algunos kilos de tanta pasta y pizza. Pero de la comida no hablaré más, esa hay que probarla y descubrir que es infinitamente superior, y que el cliché de los italianos comiendo pasta y pizza es real. Y el café... por dios... un rito.

Dicho todo lo anterior, llego a mi punto: en mi próximo viaje de placer, y en muchos otros próximos, sólo quiero ir a playas.

Espero ir a Australia muy pronto, y por supuesto el problema principal es el tiempo (incluso más que el costo), puesto ahí no basta con ir una semana. Hay que tomarse un buen tiempo y recorrer. Las mejores playas están en el norte, creo que cerca de Brisbane, y debo decir que tengo un especial interés por ir a Darwin, pero está algo aislado de todo. Las distancias son grandes.

Y pensando sobre ello, en caso de no tener tanta suerte con el tiempo/dinero, siempre estará la opción de ir a Cuba, o a Colombia. Veamos que depara el destino, pero por lo pronto, ya no más destinos europeos de placer, a menos que se trate de volver a Europa del Este (pero no en invierno).

Viajar es la onda... 

viernes, 23 de abril de 2010

Contra la moda y el huelemolismo

Estoy loco y soy un ideático. No es una cosa nueva.

Hoy caminaba con mi cámara. A veces me da por tomar fotos, pero nunca tomo cosas tristes, sino cosas que en realidad hablan de mi perspectiva de la vida antes de las cosas, desde lejos, a una distancia segura. Soy un voyerista, y retrato lo que me gusta de la vida.

A veces veo cosas tristes, como un vagabundo durmiendo en la calle, y tengo necesidad de fotografiarlo, pero no lo hago. Soy de los que voltean para otro lado y no es algo que me avergüence. Algún día me importará, cuando sea más viejo, o cuando yo también duerma en la calle. Ese momento no es ahora.

A veces también veo cosas patéticas, como cosas que hace la gente, y me da tristeza en mayor o menor medida, de lo mucho que dice de sí sin darse cuenta y que no son precisamente cosas buenas.

Hoy veía a un montón de gente de mi edad, vestida en sus mejores galas, con ropa tan elegante que no me pondría ni para ir a trabajar (a últimas fechas uso traje). Todos con su ropita de diseñador, todos de revista, de fotografía de estudio, de publicidad, con el culo perfumado, reuniéndose en un callejón para tomar una copa en un lugar ridículamente pequeño, donde muchos ridículamente terminaban sentados en la banqueta. Tuve el impulso de tomarles una foto, pero pensé en todos los vagabundos que no he fotografiado por lástima a esa intimidad ridícula, y decidí abstenerme y pasar de prisa.

No soy elegante, al contrario. No me da vergüenza reciclar calcetines, o alguna camiseta que me gusta mucho. No me molesta. Pero vestirme con un traje súper caro para ir a beber una copa y sentarme en la banqueta, o tal vez en una mesita, pero finalmente en un callejón inmundo, carajo, no está en mi plan del día, ni del mes, ni del año, ni de vida.

Caminaba de regreso al hotel, y como de costumbre me perdí. Pensé en alguien que quiero mucho, y que me pidió que le trajera algo de diseñador, que sería un buen regalo de cumpleaños. Caminaba y hacía la analogía de lo poco que sé de física cuántica, pero aún así, estaría más calificado para recomendar un libro que de escoger ropa que yo nunca usaría, de entrada porque soy un acérrimo enemigo del consumismo, y segundo porque mi cultura no da para tanto. No puedo saber de todo, y en el universo de cosas que he elegido saber, la moda no figura entre ellas, porque la considero un desperdicio de tiempo.

Para esas cosas tengo a mi madre, a mi hermana, a mi noviecita hermosa, a mis amigas. Cuando quiero comprar algo bonito voy con ellas.

No sé si el hombre deba ser feo, fuerte y formal. Yo soy guapo, ñengo y súper informal, pero no tengo tiempo para vestirme con telas inpronuncialbes, es más, ni sé dónde se compran.

Por cierto, las fotos que sí tomé, quedaron de maravilla!

Carpe noctem.

sábado, 3 de abril de 2010

Los siete pecados capitales


Fuente: La Jornada (Marzo, abril 2010)
Por Helguera



... hazme el cabrón favor...

viernes, 2 de abril de 2010

Buscar bajo la cama

Nota original: http://www.cronica.com.mx/nota.php?id_nota=498358
De Rafael Cardona


No sucedió como en las viejas historias ni el esqueleto estaba dentro del armario. La carta robada estaba sobre el escritorio donde nadie iba a buscar y el cuerpo de la niña dormía para siempre prensado entre el colchón y la cama.

Pasto interminable para la escandalera amarillista de los medios agravada en estos días por la profusa cantidad de mensajes emitidos por teléfonos celulares, MSMs; twitters y facebooks. Ahí esta el resultado del chismorreo infecundo, alarmista, alharaquiento de las redes sociales.

Todos sorprendidos y todos estupefactos de ver cómo sus afanes digitales fueron nada más munición, para construir la pantalla familiar junto con espectaculares, mantas y fotografías en los centros comerciales. Quien haya asesinado a la niña nos demostró la párvula edad de los medios mexicanos. Todos acarreados en la ola sensiblera de la inexplicable (por inexistente a fin de cuentas) desaparición.

Mientras los ociosos condolidos twiteaban, el cadáver se pudría bajo las narices del procurador Alberto Bazbaz y sus sabuesos incapaces de levantar un colchón.

“…mientras los otros sacan y tiran todo al suelo. Los vestidos, los gorros, nuestros juguetes, los zapatos, los trajes de mi padre. Vacían los armarios, el aparador, arrancan la ropa de las camas y vuelcan los colchones... ¿Dónde está?”.

Así describe Ryszard Kapuscinski una revisión de los soldados rusos en su casa de infancia. Muy diferente de cómo buscaron los anósmicos (no tiene olfato) y miopes detectives “bazbazianos”, ahí nomás donde mira la suegra.

Hoy Paulette llama la atención como apenas lo hizo en su tiempo el caso ya olvidado de Elvira Luz Cruz y con más morbo del dispensado al asesinato de menores en Durango, víctimas de las ráfagas de una banda de gavilleros, de pandilleros de cualquier ralea; de narcotraficantes, soldados desertores o vaya usted a saber quiénes. Esos son casos sin solución, datos nada más para la estadística, pero no materia del dolor social.

Los mexicanos hemos llegado al extremo de considerar naturales, y por tanto y a la larga insignificantes, las lejanas y distantes muertes en la serranía, sean por enfrentamientos entre bandas o contra fuerzas del orden o por el “operativo” y cercanas e importantes, emocionalmente significativas, sólo aquellas cuyo acaso sucede en los sitios cercanos a nuestro entorno o nuestro conocimiento exagerado por los medios casi siempre mediante el indebido aprovechamiento de la sensiblería.

No le duelen a nadie (socialmente) los descabezados de Guerrero o Michoacán, pero sí los estudiantes del Tec de Monterrey o la niña bajo el colchón de su cama después del rezo materno de las oraciones nocturnas.

Quién lo hubiera dicho: el paraíso de colchitas coloridas y muñequitos de peluche se convierte de pronto en el retrato del infierno; el pudridero bajo las sábanas infantiles.

Del domingo 21 al pasado día 31 del mes anterior, la sociedad mexicana adicta a la TV tuvo sus 10 días de conmoción. Y los medios su hartazgo de ruindad y manipulación.

Cuando se haya deslindado la identidad del (o los) responsable(s) del “almohadazo” o cualquier otro medio de sofocación de la niña, terminadas las diligencias y consignados al juzgado los responsables, tendremos sustituto del caso “Cabañas” en el real e interminable reality show de los asuntos policiacos cuya propagación por los medios es parte del circo sin pan de nuestra nueva sociedad.

miércoles, 10 de marzo de 2010

Required field(s) validation v1.10- By NavSurf

Súper recomendado! hace un muy buen paro!

<pre><script language="JavaScript">
<!--

/***********************************************
* Required field(s) validation v1.10- By NavSurf
* Visit Nav Surf at http://navsurf.com
* Visit http://www.dynamicdrive.com/ for full source code
***********************************************/

function formCheck(formobj){
 // Enter name of mandatory fields
 var fieldRequired = Array("FirstName", "LastName");
 // Enter field description to appear in the dialog box
 var fieldDescription = Array("First Name", "Last Name");
 // dialog message
 var alertMsg = "Please complete the following fields:\n";

 var l_Msg = alertMsg.length;

 for (var i = 0; i < fieldRequired.length; i++){
  var obj = formobj.elements[fieldRequired[i]];
  if (obj){
   switch(obj.type){
   case "select-one":
    if (obj.selectedIndex == -1 || obj.options[obj.selectedIndex].text == ""){
     alertMsg += " - " + fieldDescription[i] + "\n";
    }
    break;
   case "select-multiple":
    if (obj.selectedIndex == -1){
     alertMsg += " - " + fieldDescription[i] + "\n";
    }
    break;
   case "text":
   case "textarea":
    if (obj.value == "" || obj.value == null){
     alertMsg += " - " + fieldDescription[i] + "\n";
    }
    break;
   default:
   }
   if (obj.type == undefined){
    var blnchecked = false;
    for (var j = 0; j < obj.length; j++){
     if (obj[j].checked){
      blnchecked = true;
     }
    }
    if (!blnchecked){
     alertMsg += " - " + fieldDescription[i] + "\n";
    }
   }
  }
 }

 if (alertMsg.length == l_Msg){
  return true;
 }else{
  alert(alertMsg);
  return false;
 }
}
// -->
</script>



&lt;!--SAMPLE FORM --------------------------------&gt;

<form name="formcheck" onsubmit="return formCheck(this);">
First Name: <input name="FirstName" size="25" type="text" />
Last Name: <input name="LastName" size="25" type="text" />
<input type="submit" value="Submit Form" />
</form>
</pre>

martes, 9 de marzo de 2010

El diseño web es decisivo en la compra por Internet

Cada vez más gente compra vía web. Es cómodo, rápido, sencillo (en
algunos casos) y cada vez más seguro. Según los datos del Instituto
Nacional de Estadística (INE), casi <strong>el 75 por ciento de los
usuarios destaca la facilidad de uso de la página web como un factor
decisivo a la hora de realizar una compra por Internet.</strong> En la
red, como en cualquier tienda de la calle, no sólo es importante el
producto que se intenta vender, sino la manera de venderlo.

Según los datos recogidos por FACT Finder, empresa especializada en <a href="http://www.muyinteresante.es/tag/comercio">comercio</a>
online, un mal mecanismo de búsqueda hace que el 34 por ciento de los
usuarios abandone la tienda virtual al no encontrar el producto que
deseaban. De este modo, mecanismos de <strong>búsqueda inteligente</strong> pueden ser un acicate para aquellos nuevos compradores que todavía no lo han hecho por no encontrar los productos deseados.

Según los datos del INE, además de los problemas con los buscadores,
los principales problemas de los usuarios cuando compran por <a href="http://www.muyinteresante.es/tag/internet">Internet </a>son el retraso en la entrega (37,9 por ciento) y los fallos técnicos en el momento del pago (26,7 por ciento).

<h2>Comodidad y sencillez<br></h2>
Como explica la responsable de Expansión Internacional de Omikron
GMBH, Katrin Jaehnke, "el consumidor valora las ventajas de la <a href="http://www.muyinteresante.es/tag/compra%20online">compra online</a>, como la comodidad, la sencillez o el uso". Según la especialista, "<strong>es necesario sobre todo que las tiendas online dispongan de mecanismos de búsqueda inteligentes</strong>
que faciliten al usuario encontrar lo que realmente está buscando.
Comprar en Internet y navegar sin obstáculos es cuestión de confianza,
y esto solo es posible si el consumidor puede identificar una Web en la
que pueda comprar de manera sencilla y navegar con total tranquilidad"
explica Jaehnke.

martes, 2 de marzo de 2010

Comparando fechas

Este post es uno de esos que me evitarán la hueva de buscar este código de nueva cuenta:

$exp_date = "2006-01-16"; 
$todays_date = date("Y-m-d"); 

$today = strtotime($todays_date); 
$expiration_date = strtotime($exp_date); 

if ($expiration_date > $today) {
     $valid = "yes";
} else {
     $valid = "no";
}

lunes, 22 de febrero de 2010

Mi primer juguete de niño grande

Platicaba con un amigo hace un rato sobre cosas del trabajo. Le decía que creía que mi celular tenía un procesador más cabrón que uno de los servidores de prueba que yo uso, lo cual, en sí es un poco exagerado.

Esto me hizo recordar la primera computadora que tuve. Aclaro el punto: tengo 30 años, no soy un chavito.

Debo reconocer que no conocía sino hasta hace unos minutos, el modelo exacto de dicha computadora, pero recordaba perfectamente que mi papá le llamaba "Coco" y que era Radioshack, así que bueno, Google a mí.

Nickname: CoCo
Catalog: 26-3001
Introduced: July 1980
Price: US $399
CPU: Motorola 6809E @ 0.89MHz
RAM: 4K, later 16K
Ports: TV, joysticks, cassette, serial, cartridge port
Display: 192 X 128 graphics 32 X 16 text; 4 colors
Storage: Cassette
OS: BASIC in ROM
Link a Wikipedia
 
Cosas que recuerdo: utilizaba una casetera para cargar programas, y en mi caso, juegos. La disquetera pesaba un chingo, y todos eran discos de 5.25" de colores (creo de 720 kb).

Mi monitor: mi tele a colores, lo que era la novedad en sí...

jueves, 18 de febrero de 2010

LaCamelia.com.mx

Hola, aquí posteo una nueva página que hice.

www.lacamelia.com.mx

domingo, 14 de febrero de 2010

Ahogo con una Oreo de chocolate

Mientras me voy haciendo más viejo, y quizás sé un poco mejor lo que quiero, me vienen varias objeciones a esta nueva condición.

Cada vez bebo menos, lo que en cierta forma me llena un poco de tristeza. Pero también leo menos, escribo menos, socioalizo más, me preocupo menos, me ocupo demasiado, ya casi nunca me rasuro (gracias, gracias, gracias)... hace mucho que no salgo con chicas.

Me pregunto hasta qué grado me he vuelto una persona aburrida. Sé que me he vuelto más inteligente, pero también mucho más ordinario.

Mi vida no me enriquece del todo. Me hace falta más poesía. Antes transpiraba poesía. Ahora temo que ni siquiera me deprimo.

Ayer soñaba que lloraba. Una niña de unos cuantos meses moría en mi sueño, se ahogaba con una galleta, una oreo de chocolate, y al meterse a una alberca, la niña no lograba expresar su ahogo, la falta de aire, hasta que se convertía en una pequeña muñequita de plástico, de unos cuantos centímetros cuadrados, con galleta atorada en la garganta, inerte, plástica, terriblemente muerta.
La niña murió en mis brazos. Caí en un frenesí de llanto, y lloré como una niña viva. Y me sentí vivo de nuevo.
Me pregunto que tanto me nutre la tristeza. Hace mucho que no estoy triste. Debería estar más triste de vez en cuando, pero soy muy frío, estúpidamente mesurado.

En mi sueño, en los últimos segundos de sueño y de desesperación, mi padre, quien no es frío mas sí bastante mesurado, se acercó a auxiliarme en mi pretensión anti-oreo. Pero la niña ya se había convertido en una diminuta figura de plástico, poco más grande que un pulgar, y yacía, como diría Sabines, "estúpidamente muerta".

Y ayer soñé que lloraba. Quedé impresionado. Me recuerda ahora otro sueño donde también lloré, y al despertar lo único que pude hacer fue ponerme a escribir.

Hoy, a punto de dormir, lo único que puedo hacer es ponerme a escribir, mientras escucho a lo lejos a Hank leer algunos versos. Y lloro porque no bebo, no por no poder, sino por no querer.

Tengo que beber más. Tengo que llorar más. Tengo que vivir más. O al menos escribir que lo hago.

Y dice de nuevo:
there are worse things than
being alone
but it often takes decades
to realize this
and most often
when you do
it's too late
and there's nothing worse
than
too late.


Debo confesar que cuando pienso en mis sueños, que últimamente han sido más frecuentes, tienen referencias que entiendo rápidamente. En este caso, entiendo la galleta Oreo, entiendo la aparición de mi padre, entiendo a la niña (y su traje de baño verde, sus ojos y mi relación paternal con ella)... entiendo el instinto de protección... pero por qué diantes se muere en mi sueño y se convierte en una figurita de plástico con la boca atascada de galleta???!!! Por qué este deseo de paternidad termina en muerte?

Tal vez veo demasiado cine violento... o simplemente, mi mente es cruel incluso con ella misma.

Mañana tengo que pagar mi tenencia, y abrir una estúpida cuenta bancaria... también mañana trabajaré en un lugar poco amigable para mi situación... esperemos que me deprima un poco, y beba más, y me vuelva loco... y apasigue más mis fantasías, al menos por un año más.

En fin.

jueves, 4 de febrero de 2010

La dependencia a la independencia


Es curioso cómo uno se va abriendo camino en la vida. De repente uno se encuentra trabajando, o haciendo cosas cotidianas, y no se da cuenta de todo lo que ha dejado de hacer. Es fácil entrar en una monotonía.

Ayer, por ejemplo, me preguntaba por qué la gente hace ejercicio. No es una sensación agradable cansarse, sudar, estar adolorido al día siguiente. Bueno, al menos así es al principio. Ayer veía a una chica, particularmente gorda, en la caminadora elíptica, y me preguntaba cuánto tiempo podrá durar la motivación, hasta que gane la hueva o la baja estima.

Yo soy un huevón gigantesco, y no lo dejaré de ser, pero en mi caso, después de haber sido un cliente de las maravillas de la medicina moderna, pues no es tan dificil encontrar una motivación. Quiero vivir más tiempo. Tengo 30 años. Tengo el trabajo más sedentario que existe en la modernidad, ¿qué trabajo puede ser más sedentario que ser desarrollador? A la mayoría de mis clientes ni siquiera los veo, casi siempre trato todo por e-mail.

Después, pensaba si realmente necesito un trabajo de oficina. Tengo suficiente chamba de freelance para mantenerme. Además, la mayor parte de mi vida laboral he sido autoempleado.
En esta rígida inercia en la que pronto caemos por naturaleza los seres humanos, es dificil cambiar. En mi caso no es por miedo, pero sí por una franca decidia.

Y aunque en efecto renunciaría a los despertadores, los tiraría por la ventana, y viviría en un estado ideal, temo aún por mi status quo, en el que irónicamente lo que predomina es la resistencia al cambio.

Supongo que el secreto está en el hábito. Y de nuevo este hábito de no hacer nada productivo, hasta que se acercan las 11 de la mañana.

Amén.

PD. Nunca busquen "gordita" en google images, por favor!

miércoles, 3 de febrero de 2010

Bloggeando desde el Dashboard

Encontré un widget para la Mac para bloggear directo desde el Dashboard!

Creo que poco a poco me iré convirtiendo en un entusiasta de Apple.

http://www.google.com/macwidgets/

martes, 19 de enero de 2010

Puertas

Hace unos minutos Diana me preguntó si yo creía que las puertas del cielo serían iguales a las de las cantinas.

Me quedé callado algunos momentos y después le dije, muy seguro de mí mismo, que no lo sabía, pero que lo que sí sabía es que había sido un cantinero aquel que inventó la idea del cielo.

- ¿Por qué? - preguntó. Y le dije - Porque sólo a alguien entre borrachos se le hubiera ocurrido una historia como esa.

Y reímos.

sábado, 16 de enero de 2010

PedroLujanVales.com




Página nueva

martes, 5 de enero de 2010

Las mujeres de Cortés

Cuando Hernán Cortés llegó a Tenochtitlan fue recibido como un emisario, y de primera entrada fue bien recibido: el emperador Cuahutémoc le dio 20 mujeres, y vaya, hay pocas cosas mejores que recibir 20 mexicanas. Por supuesto, la mayoría de nosotros, incluyéndome, pensé de primera instancia que se trataría de un harem personal, de sus putas. Sin embargo, en uno de esos actos de desapendejamiento descubrí que aquellas eran mucho más que eso, y que servían a fin mucho más elemental que el sexo, incluso mucho más esencial: la comida.

Las antiguas mujeres mexicas, al igual que las modernas mujeres mexicanas, pasando por todos los periodos históricos intermedios, se encargaban ayer al igual que hoy de desempeñar un papel fundamental en la comida. Todos los días se encargaban de recoger el maiz, cocerlo para elaborar el nixtamal, posteriormente elaborar la masa y finalmente las tortillas, lo cuál es un proceso largo que demandaba mucho tiempo... y bueno, eso sólo era para las tortillas. Y por supuesto Cortés no viajaba solo. Había que elaborar comida para toda su comitiva. 20 mujeres, tal vez en parte su harem personal, pero definitivamente, como dije, servían a un propósito aún más elemental que el sexo.

Yendo un paso adelante, a un periodo de hace 100 años. Todos conocemos la figura de las "Adelitas", aquellas mujeres guerreras de la Revolución.
Los ejércitos europeos están, por supuesto, influenciados por sus costumbres gastronómicas. Los europeos comen mucho más pan, carnes con diversas técnicas de conservación como embutidos o salados, cuestiones que les permitían viajar solos. Un porcentaje del ejército profesional, el porfiriano, era capaz de sostener estas técnicas de alimentación, pero aún el ejército de Don Porfirio cargaba con las dichosas "adelitas", e incluso se cree que la imagen más representativa, la foto donde una de ellas está en un tren con un rostro de susto o angustia, se trata de una Adelita del ejército oficial.
El ejército revolucionario llevaba tras de sí un segundo ejército conformado por mujeres y niños. Soldaderas, adelitas y chamacos, que representaban las 20 mujeres de Cortés.

Hoy iré a comer a un mercado que está atrás de la oficina, en San Pedro de los Pinos (México, D.F.), y cocinarán las 20 mujeres de Cortés, un ejército que vive por toda la ciudad, que cocina, que alimenta al ejército de oficinistas que somos, hoy tanto hombres como mujeres.

... en fin, sólo pensaba.