domingo, 14 de febrero de 2010

Ahogo con una Oreo de chocolate

Mientras me voy haciendo más viejo, y quizás sé un poco mejor lo que quiero, me vienen varias objeciones a esta nueva condición.

Cada vez bebo menos, lo que en cierta forma me llena un poco de tristeza. Pero también leo menos, escribo menos, socioalizo más, me preocupo menos, me ocupo demasiado, ya casi nunca me rasuro (gracias, gracias, gracias)... hace mucho que no salgo con chicas.

Me pregunto hasta qué grado me he vuelto una persona aburrida. Sé que me he vuelto más inteligente, pero también mucho más ordinario.

Mi vida no me enriquece del todo. Me hace falta más poesía. Antes transpiraba poesía. Ahora temo que ni siquiera me deprimo.

Ayer soñaba que lloraba. Una niña de unos cuantos meses moría en mi sueño, se ahogaba con una galleta, una oreo de chocolate, y al meterse a una alberca, la niña no lograba expresar su ahogo, la falta de aire, hasta que se convertía en una pequeña muñequita de plástico, de unos cuantos centímetros cuadrados, con galleta atorada en la garganta, inerte, plástica, terriblemente muerta.
La niña murió en mis brazos. Caí en un frenesí de llanto, y lloré como una niña viva. Y me sentí vivo de nuevo.
Me pregunto que tanto me nutre la tristeza. Hace mucho que no estoy triste. Debería estar más triste de vez en cuando, pero soy muy frío, estúpidamente mesurado.

En mi sueño, en los últimos segundos de sueño y de desesperación, mi padre, quien no es frío mas sí bastante mesurado, se acercó a auxiliarme en mi pretensión anti-oreo. Pero la niña ya se había convertido en una diminuta figura de plástico, poco más grande que un pulgar, y yacía, como diría Sabines, "estúpidamente muerta".

Y ayer soñé que lloraba. Quedé impresionado. Me recuerda ahora otro sueño donde también lloré, y al despertar lo único que pude hacer fue ponerme a escribir.

Hoy, a punto de dormir, lo único que puedo hacer es ponerme a escribir, mientras escucho a lo lejos a Hank leer algunos versos. Y lloro porque no bebo, no por no poder, sino por no querer.

Tengo que beber más. Tengo que llorar más. Tengo que vivir más. O al menos escribir que lo hago.

Y dice de nuevo:
there are worse things than
being alone
but it often takes decades
to realize this
and most often
when you do
it's too late
and there's nothing worse
than
too late.


Debo confesar que cuando pienso en mis sueños, que últimamente han sido más frecuentes, tienen referencias que entiendo rápidamente. En este caso, entiendo la galleta Oreo, entiendo la aparición de mi padre, entiendo a la niña (y su traje de baño verde, sus ojos y mi relación paternal con ella)... entiendo el instinto de protección... pero por qué diantes se muere en mi sueño y se convierte en una figurita de plástico con la boca atascada de galleta???!!! Por qué este deseo de paternidad termina en muerte?

Tal vez veo demasiado cine violento... o simplemente, mi mente es cruel incluso con ella misma.

Mañana tengo que pagar mi tenencia, y abrir una estúpida cuenta bancaria... también mañana trabajaré en un lugar poco amigable para mi situación... esperemos que me deprima un poco, y beba más, y me vuelva loco... y apasigue más mis fantasías, al menos por un año más.

En fin.

0 comentarios: