jueves, 4 de febrero de 2010

La dependencia a la independencia


Es curioso cómo uno se va abriendo camino en la vida. De repente uno se encuentra trabajando, o haciendo cosas cotidianas, y no se da cuenta de todo lo que ha dejado de hacer. Es fácil entrar en una monotonía.

Ayer, por ejemplo, me preguntaba por qué la gente hace ejercicio. No es una sensación agradable cansarse, sudar, estar adolorido al día siguiente. Bueno, al menos así es al principio. Ayer veía a una chica, particularmente gorda, en la caminadora elíptica, y me preguntaba cuánto tiempo podrá durar la motivación, hasta que gane la hueva o la baja estima.

Yo soy un huevón gigantesco, y no lo dejaré de ser, pero en mi caso, después de haber sido un cliente de las maravillas de la medicina moderna, pues no es tan dificil encontrar una motivación. Quiero vivir más tiempo. Tengo 30 años. Tengo el trabajo más sedentario que existe en la modernidad, ¿qué trabajo puede ser más sedentario que ser desarrollador? A la mayoría de mis clientes ni siquiera los veo, casi siempre trato todo por e-mail.

Después, pensaba si realmente necesito un trabajo de oficina. Tengo suficiente chamba de freelance para mantenerme. Además, la mayor parte de mi vida laboral he sido autoempleado.
En esta rígida inercia en la que pronto caemos por naturaleza los seres humanos, es dificil cambiar. En mi caso no es por miedo, pero sí por una franca decidia.

Y aunque en efecto renunciaría a los despertadores, los tiraría por la ventana, y viviría en un estado ideal, temo aún por mi status quo, en el que irónicamente lo que predomina es la resistencia al cambio.

Supongo que el secreto está en el hábito. Y de nuevo este hábito de no hacer nada productivo, hasta que se acercan las 11 de la mañana.

Amén.

PD. Nunca busquen "gordita" en google images, por favor!

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