miércoles, 19 de agosto de 2009

Laura

¿Dónde estás... Laura?
¿qué estás haciendo?
Mi mayor pecado es llamarte por tu nombre.
Me provocas una fantasía,
para mucha gente rara es una pasedilla.
Me comeré una bala por tí,
o una espada,
o un áspid me comerá a mí,
o a mi fantasía egipcia.
Sudaré y no me dará tiempo
para decirte que te quiero.
Me empino una botella de sinceridad,
de felicidad desmedida,
de euforia sin memoria,
pero vienen los recuerdos como lluvia,
y me mojo en lo que pienso,
en este sentimiento tan seco,
seco de no verte,
desértico de tus ojos verdes,
y siento tu alma,
me da sed,
y como si llorar.

Recuerdo el Santiago que no conozco,
la Europa latinizada,
pero es el futuro lo que veo,
rejas y una laguna.
Tengo hambre de tí.
Mis brazos se devoran a sí mismos.
Respiro más rápido,
son mis pulmones esperanzados de olerte por primera vez,
es mi boca sediente de tus labios,
de lamer el nectar,
lunares de tinta,
lunares de sangre,
fantasías.

Laura,
mi pecado es llamarte por tu nombre,
nadie debería saberlo,
ni yo, ni los otros,
ni tú por el rocío de sinceridad.
Hay una voz intangible que te dice,
que casi te llora,
no te llueve ni te conoce.
¿Dónde estás? ¿qué estás haciendo?
Ayer sentí envidia,
te amo y mis visiones son ajenas,
fantasmas,
cafeína en mi sangre,
no te tengo realmente.

Despierto,
estoy cansado.
Hay demasiados hombre en tu vida.
Deletreo tu nombre,
lo digo como el mío,
le escucho tan bien,
tan utópico junto al mío.
Esto no te gusta.
Tengo sueño...
eres un recuerdo de otra vida,
nos perdimos en reencarnaciones,
necesito decirte que te amo,
pero te ríes vida tras vida,
y sigue corriendo la tinta.
Cuánto sueño tengo,
pero el tiempo alcanza,
y te beso imaginariamente,
y suspiro,
te digo que te deseo
pero te alejas como el eco
y nada más viene,
mas que mis brazos,
que se cierran vacíos, lentamente.

28 de octubre de 2000

0 comentarios: